Hoy voy a ver a mi mamá y la voy a llevar a ver las montañas.
No me siento 100% físicamente, pero aprendí algo: cuando la energía baja, la actitud sube el volumen.

Y esta carta de hoy va exactamente de eso:
de cómo movernos aun cuando no nos sentimos en nuestro mejor día, de cómo elegir la dirección aunque el cuerpo no coopere, y de cómo volver a centrar la mente cuando la vida se pone ruidosa.

Porque todos tenemos días así… pero también todos tenemos la capacidad de elegir cómo los vamos a vivir.

Antes de seguir, pregunta importante:

¿Ya te registraste para el webinar de Vida Diseñada?
Porque esta carta es la antesala de lo que vamos a trabajar ahí:
claridad, enfoque, decisiones internas… y cero excusas baratas que te cuestan tu vida física, emocional y financiera.

Si aún no te registras, este es el momento.
No dejes que otro día se pase sin elegir por ti.

https://us02web.zoom.us/meeting/register/674hjEz4Tsmt8TdEKbCZPw

Hoy quiero hablarte del tipo de crecimiento que no hace ruido, pero lo cambia todo. Es la historia del bambú japonés, un maestro silencioso que nos recuerda que el verdadero avance no siempre se ve, pero siempre se siente. Cuando plantas una semilla de bambú, los primeros años parecen inútiles: el primer año no pasa nada, el segundo tampoco, el tercero sigue en silencio y el cuarto parece una pérdida de tiempo. Desde afuera escuchas voces que dicen “eso no sirve”, “ya fue”, “planta otra cosa”. Esas son las excusas baratas: las que te invitan a abandonar justo antes del milagro y te tientan a soltar lo que Dios te pidió sostener. Pero debajo de la tierra ocurre lo esencial: raíces profundas, fuertes y estratégicas que no se ven ni celebran, pero que le dan al bambú los treinta metros de crecimiento en solo seis semanas. Eso no es magia; es preparación. No es suerte; es estrategia. No es un cambio repentino; es un proceso silencioso que siempre estuvo vivo aunque tú no lo vieras.

 ¿Y tú?
¿Cómo sabes que estás creciendo aunque todavía no lo ves afuera? 

Tus reacciones cambian:
 Lo que antes te hería hoy te revela.
 Lo que antes te hablaba ahora te invita a observar.
 Sientes más orden por dentro: tu mente se aquieta y tus ideas aterrizan.
 Ya no aceptas excusas baratas —ni las tuyas ni las de otros— porque sabes que cada excusa retrasa tu visión, energía y futuro.
 Tu intuición está más clara: ya no fuerzas, fluyes; escuchas y decides desde presencia y no desde miedo.
 Tu voz interna se vuelve guía, no crítica.

Y, sobre todo, sientes que algo dentro de ti se está acomodando. Eso se llama raíz, eso se llama preparación, eso es crecimiento real.

Preguntas para tu alma hoy:

1. ¿Qué raíz estoy fortaleciendo aunque nadie la vea? (Disciplina, fe, claridad, carácter, energía, estructura interna).

2. ¿Qué excusas baratas he aceptado que me están costando mi siguiente nivel?

3. ¿En qué áreas estoy más despierta, más consciente y más presente?

4. ¿Qué parte de mí me está diciendo que ya estoy lista?

5. ¿Qué versión de mí estoy cultivando en silencio… esa que me elevará cuando llegue su momento?

 Y ahora lee bien:

Una vida mejor quiere ser parte de tu camino, pero no puede entrar mientras sostengas excusas, miedos viejos o historias que ya no te representan.

Este es el momento de despertar, de encender tu conciencia y de sacudir tu espíritu. Tu bambú interior está creciendo fuerte, silencioso y estratégico. Y cuando llegue tu “quinto año”, cuando ese trabajo invisible y tu preparación hayan hecho su trabajo, te elevarás con una fuerza y una rapidez que sorprenderán a todos… menos a ti. Porque tú sabías la verdad: estabas creciendo de raíz, de fondo, trabajo interno. Fue la decisión de dejar atrás las excusas baratas y elegir tu verdadera altura.